Si fuera Ada Madrina

Esta noche te regalaría el don de la congruencia, el de la belleza ya lo tienes. Te regalaría la salud y la felicidad eterna. Te regalaría la inteligencia y la habilidad de palabra, la sencillez y el coraje. Te regalaría la abundancia y el don de valorar lo verdaderamente importante. Te quisiera regalar el mundo entero, la promesa de que todo siempre va a ser mejor. Lo único que en realidad te puedo regalar es todo mi amor, tal vez un día contigo pueda sacar lo mejor de mí y enseñártelo entero para que lo tomes. Te quiero regalar patines, pelotas, risas, experiencias, consejos, mi amistad incondicional, mi apoyo en el instante en el que lo busques. Te quiero regalar la palabra adecuada, una cara pintada de mariposa, unos curitas bonitos para cuando te raspes las rodillas, una escapada inesperada, cubrirte cuando sea necesario y seguro. Me encantaría regalarte un autoestima inquebrantable aún frente a estos tiempos plásticos y estúpidamente perfeccionistas, la seguridad de que eres tú y eres perfecta desde que eras una célula. Me encantaría impedir tus lágrimas y atascarte de carcajadas, cumplir de repente tus caprichos porque nos de la gana. Dicen que las intenciones se vuelven realidad, así que te mando mis regalos con todas mis fuerzas esta noche, toma sólo lo mejor de ellos, lo que te engrandezca y te fortalezca. Yo desde ya te digo que abriste un nuevo espacio que no conocía en mi corazón y te doy gracias por el sentimiento tan increíble que es tenerte hoy en mi vida. Bienvenida, Bendiciones.