El día que me duela un poquito menos voy a hacer mis rankings... también aprenderé a cocinar y a leer más por gusto y menos por ser robot funcional. Y el metro de repente se convierte nuevamente en ese asqueroso y necesario gusano de sudor, sin fantasías, sin visitas al centro o a donde sea; así, de nuevo extraño y con ese aire reciclado.
¿Supe o no supe? Creo, siento, que se me fue una que otra peca o palabrilla dominguera; pero lo más bonito, eso profundo, lo más parecido a un cuarzo rosa que haya experimentado, eso lo vi en todo su esplendor, liso y transparente... con la boca que me tiembla... promesas cuando me voy... días enteros... la sombra que acompaña en los días soleados, pero que se agradece más en los nublados.
Ojalá que la soledad no me coma y me obligue a hacer...
viernes, 9 de mayo de 2008
ésta es sólo una manifestación más de la muerte chiquita
Les cuenta Chaparrita de Piña (cuando la botella era de vidrio y sabía rica)
Etiquetas: qué triste todos dicen que soy
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