la clase media

"La frustración y la carencia engendran violencia, policía, viajes a Europa o desesperación."

-Santiago Ramírez, El mexicano, psicología de sus motivaciones

La mujer y el falo

¿Sin síntoma desaparece la enfermedad?
No.
Entonces... ¿sin síntoma desaparece el placer?
¿Tú qué crees?

Soy más que detentación fisiológica del goce,
Soy inaprensible...

¿Desconocida?
Talvez ante tus ojos,
mas creo saber de mis rutas cavernosas,
y ser confidente del “animal oculto y desconocido”[1] que habita dentro de...

Por lo menos no siento el enigma que tú sientes ante mí...
Dark continent[2] es excesivo,
pero me gusta por el rocío de misticismo con que esta metáfora me recubre...
El misterio termina por deificar...
¡Que nadie me descubra!
¡Que esa es mi esencia!

¿Incompleta, pasiva, pecadora y maldita?
Tanto como tú,
pero definitivamente mucho más que “doncella, esposa y madre”[3]...

Soy flujo, líquido, carne blanda, “furor uterino”[4] reflejado en infinitas contorsiones...
y sobre todo ello soy amor...
No estoy mutilada,
no tengo órganos invertidos o escondidos,
simplemente soy...

No te dejes llevar por nuestras dimensiones,
porque el volumen miente a gritos,
no siempre dice lo que es...

Las diferencias orgánicas se nulifican ante la complejidad simbólica que abraza a ambos polos...
¡Un solo órgano para ambos sexos!
El falo me une desde lo psíquico con mi complemento,
el “principio masculino encerrado dentro del principio femenino que desemboca en el parir”[5]...

He sustituido mi sensación de falta con avidez de reflexión,
caminando por el bellísimo campo espinado de envidias y castraciones insuperables...
Sola...
Sólo...
Solamente me queda el eterno deseo de desear,
de desear ser el todo de alguien...
de ser “el deseo de ser lo que el otro desea”[6].

Producción literaria basada en:
Orvañanos, Ma. Teresa, La mujer y el falo, Revista Cuadernos de Formación Docente.
[1] Orvañanos, María Teresa, La mujer y el falo, p. 88.
[2] Cfr. Freud, Sigmund, en Ibíd., p. 87.
[3] Ibíd., p. 88.
[4] Ídem.
[5] Ibíd., p. 91.
[6] Ibíd., p. 90.

Imagen: Marc Chagall, Amoreux

Piedrulces

Un minuto de silencio...

mis amigos ochenteros saben la maravilla que esta cajita representaba.

HOYESNUESTRODÍA

Felizfelizfelizfeliz

Felizdocedemarzo

Felizdocedeabril

Felizdocedemayo

Felizdocedejunio

Felizdocedejulio

Felizdocedeagosto

Felizdocedeseptiembre

Felizdocedeoctubre

Felizdocedenoviembre

Felizdocedediciembre

Felizfelizfelizfelizfeliz

vinagre femenino

no tenemos por qué querer todo el tiempo...

ni siquiera tenemos por qué querer...

matices del beso (catálogo)

El experimentado en carne propia (el mejor)

el melancólico, sublime y fantaseado (chagalliano),el trágico y popular (comiquesque),
el histórico (cliché),
el narcotizado (popartiano)...

Sea como sea... quiero uno

(los besos se entregan por separado... o en conjunto)

Cintas, cuerdas, listones y locas

¿Cómo se miden los amores? ¿Por kilos, por años, por penas? ¿Cómo es que algunos se atreven a decir que el suyo es el más grande de los tiempos? Es que aquí no hay generalidades, pero sí comparaciones. Es que cositas pequeñas me crecen y lo acortan, y más aún si me como esas verdades abultadas que leo en momentos inadecuados.

Mi clave está en sentir como los caballos y verte en technicolor, dejarme de los demás y des-medir lo inmesurable, lo oscilatorio, lo trepidatorio, el vaiven... mejor ya ven, porque te extraño ayer y mañana, porque hoy ha sido demasiado condimento, mucha Tamazula y migajas de Canelitas sobre el colchón, ardores de garganta, pañuelitos al aire... y otra vez el "chau" de la terminal... hasta febrero, por mí que se vuelen esos días.

de las juguetes transeúntes

Muñecas de trapo, no bonitas pero diferentes, no feas pero pretenciosas... entonces feas.

La inspiración viene de todo aquello que no son y que exaltan, de sus exhalos vacíos de sentido, de los auto estudios fotográficos que retratan el brazo estirado y la mueca increíble (no creíble). Mis muñecas contemporáneas, las que no se hallan frente al espejo, las que fantasean con rasgos y tonos ajenos, las que no saben lo que valen porque aspiran a dejar de ser para llegar a no ser algún día.

Faltas de algodón, sobradas de anglicismos y equis en el habla, mientras más se deforme el lenguaje, más... pues no sé a dónde se intenta llegar, no porque odie el cambio, sino porque no veo evolución, sino involución.

Quisieran hacerse un collage viviente con sus afiches; sacar la visión violeta, las raíces doradas, las facciones de alfiler, y el glaseado de marca.

Ojalá cumplan sus sueños de aire (una de cada mil), ojalá esas estrellitas que se pegan con saliva en la cara les iluminen el destino guiándolas a su grandeza imaginada. Dios no les da alas a los alacranes. Ojalá no se me desinflen de una ponchada con arañazo incluido.

Ojos que escupen palabras, no soy más.

(Imagen fatalista propiedad de Omar Ceballos. Facha fatal: un tanto intencionada pero hay que asumir lo ineludible.)