miércoles, 4 de febrero de 2009

la eterna promesa

Nunca te voy a conocer.
Estamos tan embebidos en hacer crecer nuestros egos y futuros, que la juventud se nos pasa en malpasadas profesionales. ¿Hay éxito sin la soledad del exitoso?

3 comentarios:

Unknown dijo...

auch eso de la juventud que se va me pegó y feo

Emilio M O dijo...

Ese es el riesgo que se corre, algunos lo toman, otros no.

SalU2

Mariann dijo...

pfff que dificil, ahora lo entiendo todo

 

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