El efecto rebote / Quisiera haber sido o ser más Dama

Después de dos años cinco meses, tenía que rebotar el ser desmadroso que lleva esta ñoña dentro de sí. De principio no hay mucho o nada qué pensar, después de un ratillo (el cuerpo no se cansa a pesar del insomnio, a pesar de las chelas, las cubas, la plena adicción al cigarro, las drogas orgánicas esporádicas) la conciencia le llama porque no sabe si esto es pérdida de tiempo o ganancia de vida.

Quiere acabar muchas cosas para comenzar nuevas, sola, no en el sentido de soledad sino en el sentido de "por mí misma", porque es algo muy personal.

Ya es momento de volver a sí misma por dentro y de darle la vuelta a las promesas sin sentido y con pronta caducidad que en este momento la nublan cabrón y que en un principio le abrieron los ojos y la despertaron de la sucia conformidad y el rezago emocional que venía cargando.


Hoy quiero estar sola.