chica fácil

Soy fácil de conocer, fácil de risa, fácil de vergüenza, fácil de engañar (bueno ya no tanto, el sexto sentido sigue a todo lo que da), fácil para modificarme la fachada, fácil para comprar, fácil para olvidar lo que me conviene, fácil para entretener, fácil para amar a los que amo, fácil para comer sandía con chile y chocolates -por separado-, fácil para encapricharme con los zapatos y para recordar los aromas de quienes causan impresión sobre mí, fácil para aprender a manejar autos automáticos, libertina de escritura (no juzguen los resultados), de fotos de aficionado y de peróxido, fácil de embriagar, fácil para cantar cualquier canción de cualquier calidad, libre para dejar libre lo que no me corresponde.
Que rico.