su domingo m'ijo

Gracias porque no sabía que me extrañaban y a la Chaparra por llamarme.
Muchos mariscos.
Piel de víbora que mejora por relajación y decretos de descubrimientos esenciales.
Las sustancias (tan poquito y yo tan chiquita) se me subieron a la mente y a las emociones de la garganta...
y entonces salieron todas las netas:
Ahora se que siempre le tuve miedo a la naturaleza y que siempre la he amado, ella me va a matar justo cuando sea el día;
me enternecí con la planta a la que le encontré todo el sentido de la estética... y animales muertos.
Hablé desde-sobre-por-y-para mi abuela, que al final tengo mucho de ella y entonces hablé de mí.
Desde nuestras paletas de fresa, los canarios, del eterno camino al mercado, de cuando siempre estás conmigo, cada vez que te invoco (perdón por molestarte tanto Preciosa Alicia),
de las casas abiertas y mi ¿hogar? cerrado.
De los plásticos opacos que deseo pinchar para ver un rayititito de la verdad de cada uno de ustedes.
Espalda enrojecida.
Leones blancos de porcelana china,
la trinidad orgánica Vegetación Cielo Agua y la arista que era Yo.
La risa más genuina.
La neta más forever y más neta.
Y con esa me quedo y con esa tengo todo y tengo yo y el viaje que sólo cambia de escenario pero que está en pausa.