te voy a celebrar con actos de vida

Esta madrugada me vino una manifestación de tu ex cuerpo sobre mi cuerpo. Me dolía mucho todo, supongo que por sólo haber tirado unos diez minutos de lágrimas la tristeza anidó en nuevas formas, decidió manifestarse en cada músculo que puedo reconocer; ¿te dolía mucho el abdomen o esa sí soy yo?
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Ni siquiera espero recordar estos últimos años tuyos (tampoco el mes de ella). Lo que pienso hacer, como esa mañana (y también como las mañanas de alfombra naranja o de pasto y olor a café), es prender la luz y vivir de más (primero por mí y después por tí y por ella), es comerme la fruta que nos han heredado.
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Porque yo sigo aquí y me encanta, porque no vuelvo a desperdiciar un sólo día sin pedir de más.